¿Por qué tengo frío? Descubre qué vitamina te falta
¿Por qué tengo frío? Descubre qué vitamina te falta…Por lo general, el organismo experimenta una disminución de la temperatura debido a las condiciones frías, lo que provoca una sensación de escalofrío en todo el cuerpo. No obstante, hay individuos que experimentan una sensación constante de frío y no logran mantener una temperatura corporal adecuada, lo cual puede resultar preocupante, ya que puede conllevar diversos problemas de salud.¿Te sientes con frío a menudo? Debes descubrir el por qué… Sigue leyendo.
¿Te sientes con frío a menudo? Debes descubrir cuál es el problema
Experimentar frío cuando las temperaturas son muy bajas, como en el caso del invierno, es algo completamente normal. Sin embargo, ¿qué ocurre si alguien sigue sintiendo frío a pesar de abrigarse adecuadamente? ¿O si siente frío mientras las personas a su alrededor no lo experimentan? Existen personas que se encuentran en esta situación, y es importante prestar atención a las posibles explicaciones para entender el origen de esta peculiaridad.
Algunas personas son más sensibles al frío por naturaleza, mientras que otras toleran mejor las bajas temperaturas. Un escenario común que evidencia esto son las oficinas y otros espacios compartidos, donde es difícil llegar a un consenso sobre la temperatura adecuada para el aire acondicionado o la calefacción. Existen factores genéticos que influyen en esta sensibilidad: la tolerancia al frío puede transmitirse de padres a hijos. Sin embargo, también hay características corporales clave. Por ejemplo, la piel grasa brinda una mayor protección contra las temperaturas externas y reduce la pérdida de calor interno. Por lo tanto, las personas con piel menos grasa, es decir, más seca, tienden a sentir más frío.
El metabolismo y la producción de calor también desempeñan un papel importante. Los índices más altos de grasa corporal y masa muscular brindan protección contra el frío, ya que aumentan la tasa metabólica basal (la cantidad mínima de energía que una persona necesita en reposo para vivir), lo que genera más calor. Debido a esto, las personas delgadas y las mujeres tienden a sentir más frío en comparación con las personas con una constitución más robusta y los hombres. Sin embargo, engordar como medida de protección contra el frío no es una opción recomendable, ya que los riesgos asociados con el sobrepeso y la obesidad superan con creces los problemas de sensibilidad al frío.
Un estudio realizado en 2015 demostró que las mujeres tienen una menor tolerancia al frío, y otro estudio de 2018 encontró que ellas “necesitan temblar para generar calor más rápido que los hombres”. Sin embargo, los expertos coinciden en que esto se debe a que las mujeres están más preparadas para hacer frente a temperaturas extremas. Su organismo “se cierra” para proteger el calor interno, lo que provoca que los receptores de temperatura de la piel envíen señales de frío al cerebro de manera más rápida.
Además, las variaciones hormonales, especialmente aquellas relacionadas con los estrógenos, que ocurren durante el embarazo y la menopausia, también pueden influir en esta sensibilidad al frío y provocar una mayor frecuencia de sensación de frío en las personas que atraviesan estas etapas.
Cuando sentirse “destemplado” indica un problema de salud
Además de las características individuales, la sensación de frío puede estar relacionada con algún problema de salud. Entre las causas más comunes se encuentran los procesos infecciosos que pueden generar fiebre, como resfriados, gripe, neumonía o, por supuesto, el COVID-19.
Dado que la fiebre es un síntoma frecuente de la enfermedad responsable de la pandemia actual, es importante prestar atención a los posibles escalofríos, especialmente cuando no se ha estado expuesto a bajas temperaturas externas. Otra posible razón por la cual una persona puede experimentar una sensación persistente de frío son los problemas relacionados con la alimentación. Una dieta deficiente en nutrientes, especialmente en vitamina B12, cuya falta reduce la cantidad de glóbulos rojos y afecta la adecuada oxigenación del cuerpo, puede ser responsable de una constante sensación de frío.
Problemas de mayor gravedad Incluso las dietas hipocalóricas (que están en tendencia pero no son recomendables) pueden tener este efecto, al igual que los procesos de pérdida de peso drástica. Sin embargo, detrás de la sensación constante de frío pueden haber problemas de salud más serios, como los siguientes:
Problemas circulatorios
Una circulación sanguínea deficiente hace que la sangre no llegue en suficiente cantidad a todas las partes del cuerpo, especialmente a las manos y los pies. Esto provoca una disminución de la temperatura y una sensación de frío que no se limita solo a las extremidades, sino que se extiende por todo el cuerpo. ¿Cuáles son las causas de los problemas circulatorios? Pueden ser diversas, desde una vida muy sedentaria hasta problemas como la presión arterial alta y el colesterol.
Anemia
La anemia hace que los glóbulos rojos no sean suficientes para transportar un nivel adecuado de oxígeno a todos los tejidos del cuerpo. Es similar a lo que ya se ha descrito en relación con la falta de vitamina B12, aunque esta enfermedad puede ser causada por diversos factores, como la escasez de otros nutrientes (hierro, folato) o la presencia de otras enfermedades como problemas renales, artritis reumatoide, cáncer, entre otras.
Síndrome de Raynaud
Este problema está relacionado con la circulación: los vasos sanguíneos se contraen y la cantidad de sangre que llega a los tejidos, especialmente a los dedos de las manos y los pies, es muy limitada. Como resultado, la persona experimenta sensación de frío, sus dedos cambian de color e incluso pueden llegar a doler. El síndrome de Raynaud puede ser primario (si no está asociado con ninguna otra enfermedad) o secundario (si es provocado por otra enfermedad) y se estima que afecta al 3-5% de la población.
Hipotiroidismo, problemas renales, diabetes, enfermedades vasculares, etc.
Existen otras afecciones que también pueden generar sensación de frío: problemas renales, diabetes, enfermedades vasculares o que afecten la coagulación de la sangre, hipotiroidismo, entre otras.
El consumo de ciertos medicamentos
Los betabloqueantes (utilizados principalmente para tratar enfermedades cardíacas) y las benzodiacepinas (presentes en muchos sedantes y ansiolíticos) a veces tienen el mismo efecto. Además, las personas con una mala salud general o que están atravesando una enfermedad grave también pueden experimentar sensación de frío.
Ante la persistente sensación de frío, ¿qué se puede hacer?
Dada la gran cantidad de factores que pueden provocar la sensación de frío, los expertos recomiendan diferentes prácticas para evitarla o al menos no sufrir demasiado en esas situaciones. Una dieta que proporcione las calorías necesarias es fundamental. En invierno, los caldos, legumbres, cereales, frutos secos, frutas e infusiones son de gran ayuda para mantener una temperatura corporal adecuada. Además, la práctica de actividad física moderada mejora la circulación, por lo que también es un gran aliado para evitar la sensación de frío.
Por lo demás, el principal consejo es abrigarse adecuadamente y evitar exponerse a ambientes muy fríos y cambios bruscos de temperatura, incluso si es por poco tiempo. Y, por supuesto, es importante acudir al médico si se sospecha que la frecuente sensación de “estar destemplado” pueda ser síntoma de alguna de las enfermedades mencionadas en este artículo u otros problemas.
Vitaminas para Combatir el Frío
La vitamina D es esencial para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, y su carencia puede aumentar la susceptibilidad a las enfermedades y al frío. La vitamina D se obtiene a través de la exposición al sol, y suelen ser suficientes 20 minutos al día para cubrir las necesidades. Si la cantidad de sol recibida no es suficiente, también se puede obtener de algunos alimentos como los huevos, la leche y el pescado. Si los alimentos no son suficientes para cubrir la demanda, se recomienda un suplemento vitamínico para evitar la carencia y sus consecuencias.
Además de la vitamina D, el organismo necesita vitamina C para la absorción de hierro y para mantener el sistema inmunológico fuerte. Los cítricos, los kiwis, los brócolis, los tomates y los pimientos son algunos alimentos ricos en vitamina C. La mayoría de los adultos necesitan entre 75 y 90 miligramos de vitamina C al día.
Para combatir el frío, también se recomienda tomar vitamina B. Esta vitamina ayuda al organismo a metabolizar los nutrientes y a mantener la energía. Los alimentos ricos en vitamina B son los cereales integrales, la carne, los mariscos, los huevos, la leche y los vegetales de hoja verde. La cantidad recomendada para adultos es de unos 1,2 miligramos al día.
Vitamina que controla la temperatura corporal
Vitamina B3 (Niacina) controla la temperatura corporal. Esta vitamina ayuda al cuerpo a producir energía a partir de los alimentos ingeridos, lo que contribuye a mantener la temperatura corporal. Además, también ayuda a regular el metabolismo, lo que afecta a la producción de calor.
Un déficit de vitamina B3 puede afectar a la regulación de la temperatura corporal, causando una sensación de frío. Si sientes frío constantemente, considera aumentar la ingesta de alimentos ricos en niacina, como el hígado, el salmón, los huevos, el brócoli, los pimientos, el tocino y la levadura de cerveza.
Consejos para no pasar frío: Qué tomar
Beber una infusión caliente es una excelente opción para combatir el frío. Algunas de las mejores infusión para esto son la manzanilla, el té verde o el té negro. Estas infusión son ricas en antioxidantes y estimulan el sistema inmune. Además, tienen propiedades para relajar los músculos, lo que ayuda a combatir el frío.
Otra opción es consumir alimentos ricos en vitamina C. Esta vitamina es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmune. Algunos alimentos ricos en vitamina C son la naranja, el pomelo, el tomate y la papa. Estos alimentos también son ricos en fibra, lo que mejora la digestión y reduce la sensación de frío.
Por último, una buena opción para combatir el frío es tomar un suplemento de vitamina D. Esta vitamina ayuda a regular la temperatura corporal y a mantener un buen nivel de energía. El suplemento de vitamina D se puede encontrar en farmacias, supermercados y tiendas de alimentos saludables.
¿Qué vitamina necesito para combatir el frío?
Para combatir el frío, necesitas una buena dosis de vitamina C. Esta vitamina es esencial para el fortalecimiento del sistema inmune, lo que te ayudará a prevenir enfermedades como el resfriado y la gripe. Además, la vitamina C también ayuda a mantener tus mucosas sanas, lo que previene la deshidratación, una de las principales causas del frío. Por lo tanto, tomar un suplemento de vitamina C es una buena forma de evitar el frío.
Además, la vitamina C también promueve la producción de colágeno, una proteína esencial para la salud de la piel. Esto significa que una buena ingesta de vitamina C ayuda a mantener una piel sana y protegida contra el frío.
Por último, la vitamina C también es importante para la absorción de hierro, lo que facilita la producción de glóbulos rojos y previene la anemia, una de las principales causas del frío.
No dejes que el frío te gane, ¡descúbrelo y actúa para mejorar tu salud! Si tienes alguna duda o comentario, ¡no dudes en dejarlo abajo para que otros lectores también puedan aprender de tu experiencia! ¡Gracias por leer!